martes, 9 de noviembre de 2010

Y ahora... ¿qué leo?

Ojeando una de esas revistas para mujeres -"Cosmopolitan" para ser más precisas-, me di cuenta que ya no entro en ese target. Tal vez me convenga incursionar en un género más apropiado a mi presente, pero no me doy cuenta cuál podría ser. Me interesa la gastronomía sólo cuando me cocinan y para saber qué es lo que como; el paisajismo me encanta para contemplar el trabajo que hicieron otros -porque las únicas plantas que me duran son las de tela y la mayoría ya está deshilachada- y lo mejor que puedo crear con  la naturaleza, es una naturaleza muerta. Las mascotas me producen alergia y cansancio, y no entiendo la diferencia entre collage, decoupage, bricolaje y Antonio Laje.
Sí, ya sé; soy una burra. ¿Debería volcarme a las revistas veterinarias?
La verdad es que en algún momento dejé de encajar con algunas cosas que se consideran imprescindibles para que lea una mujer, o sea, todo lo relacionado con hombres, cocina, horóscopo, farándula, cosmética y manualidades, entre otras. El tema es que tampoco me identifico con temas como la mecánica, el control de plagas, la pesca con mosca, el mantenimiento de piletas o el físicoculturismo.
Quedé afuera del mundo editorial mujeril; quedé huérfana de grupo de identificación. ¡Uh, cuan triste estoy!
Me di cuenta cuando, esperando a que me atendieran en el spa, -mentira; estaba en la depiladora pero me da vergüenza confesarlo- de aburrida manoteé una "Cosmo"... y mi mundo se vino abajo.
La primera nota que comencé a leer fue acerca de lo que es amar a un sexo-adicto. En realidad no pasé del título, porque me fatigué de solo pensarlo. ¿A quién le da el tiempo, las ganas y el físico para estar con una persona que sólo quiere sexo, sexo y, cuando se cansa, un poquito más de sexo? De lo que me surgió un interrogante: en la convivencia,  después de otro apasionado encuentro en el mismo día -día tras día-, nuestro sexópata ¿será igual de solícito a la hora de preparar las milanesas, o ir a los chinos a comprar mayonesa, o arreglar la mochila del baño? Porque supongo que a nosotras,  trasladarnos de un lado para el otro con la bolsita del suero no nos va a resultar muy cómodo. ¡Sorry sexópata, tal vez en otra vida!
Algo parecido me pasó con el artículo con tips para descubrir si seremos futuras cornudas. No me quedó claro si tenía o no basamento científico y cuál era su porcentaje de efectividad. Además, convengamos que si lo realizara y me saliese que en breve voy a emular al papá de Bambi, un poquito me afectaría. Y, si no fuera seguro el 100% me podría acarrear graves problemas legales. Porque, ¿cómo explicarle al Juez que, debido al test de una revista femenina, soy la culpable de que mi marido coma papilla con una pajita? Y, encima del oprobio general de amigos y familiares -de él, por supuesto- ¿Seré condenada a costearle los implantes, con lo caros que salen? Lo mejor será tranquilizarme, ser más racional, pensarlo dos veces, con menos vehemencia... y que parezca un accidente.
Y todo esto sin mencionar los distintos enfoques relacionados con "sexo & pareja", que abordaré en otra oportunidad. Deberé entenderlos primero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario