Los caballer(it)os las prefieren maduras

Esta "moda" de parejas que se llevan muchos años de diferencia no es nueva. Pero contrariamente de lo que pasaba otrora, cuando señores entraditos en años salían con señoritas que aún no concluían su segunda década, ahora la cuestión se invirtió. No es tan inusual ver a damas noviando con mancebos menores que ellas -conste que no dije más jóvenes-. Y encima se las ve rozagantes y chochas de la vida a las muy cretinas. ¡¡Pásenla lindo nomás, que si siguen a este ritmo, no llegan a los 50!!

¿¿Qué?? ¿¿Ya los pasaron?? ¿Entonces era cierto que para la piel es mejor el sexo que las isoflavonas de soja? ¡¡Con razón!! ¡¡Buahhhhhhhhhhh, devuélvanme la plata!!

Sin embargo, envidia aparte, una no puede menos que preguntarse: ¿cómo se puede llevar adelante una relación -seria se entiende- de este tipo? ¿El mozalbete en  cuestión será muy maduro para su edad? ¿La damisela será muy jovial para la suya? ¿Cómo harán para contrarrestar la diferencia generacional? ¿Qué gustos compartirán? ¿De qué hablarán cuando se encuentran? ¿¿Hablarán??

Si usted es una de esas que quiere salir con el hijo o el nieto de su mejor amiga, o con un ex alumno de salita de 4, o con aquel vecinito al que le tiraba el cuerito de bebé -hay recuerdos que perduran- o, al revés, el cuasi puber le tiró los galgos y usted no se anima; o quiere animarse de lo lindo pero no sabe cómo, le pasamos unos tips para tener en cuenta al momento de encarar un vínculo de estas características:

• Tenga siempre presentes  las cosas que los unen, más que las que los separan. Sí; puede ser que después de este filtro no queden tantos temas como sería lo usual. Pero se supone que esta no es su primera experiencia, y que ya ha conocido a ciertos especímenes de su edad que no podían caminar e hilar dos palabras juntas al mismo tiempo. Por lo menos a este se lo puede justificar. Y además, ¡es tan lindo el bebote!
• Hay que estar alertas ante ciertas cuestiones. La música por ejemplo. Si su chico la invita a ver a La Renga, no es que le quiere presentar a su hermana recién operada de los juanetes. Y si se declara fanático de Viejas Locas, no sienta celos: no es que ande detrás de una de sus amigas (que cabe aclarar, lucen espléndidas y de viejas no tienen nada, aunque su equilibrio mental deja mucho que desear). Por su parte, si no desea que su novato galán la vea como a un pichón de Neanderthal, mantenga la bocota cerrada antes que hablar del Club del Clan, o de alardear que en su juventud fue groupie de Los Pasteles Verdes.
• Manténgase en un lugar neutral al hablar de los dibujitos y series de su infancia. Nada de nombrar al Lagarto Juancho, Anteojito y Antifaz, y menos que menos, a los 3 Chiflados en blanco y negro. Si su apuesto bisoño pretendiente alude a los Transformers y a Dragon Ball, puede dormir tranquila. En cambio, si sus recuerdos se remontan a los Teletubbies, a Barney el dinosaurio y a Bob el Constructor, consulte con un abogado para saber qué condena le corresponderá por estupro.
• Antes de entrar en pánico, intente sutilmente averiguar de qué diablos le habla cuando cuenta sus hazañas en el "Assassin's Creed: La Hermandad". Lo más probable es que sea un experto en videojuegos, no un precoz sicario que quiere apoderarse de su futura jubilación.

Finalmente, tenga presente que los de afuera son de palo. Más que posible, quizá sea inevitable que se hable de usted, de qué tenía en la cabeza para formar pareja con un mocoso que podría ser su hijo (pero no lo es, ¡Leru leru!); que su novicio acompañante también debe tener algún problemita o un Edipo mal resuelto. Que digan lo que quieran. ¿Su imberbe adonis tiene algún temita sin descifrar con su progenitora? No es su problema; si tiene ganas que lo trate con un analista.

Mientras tanto, más allá de la edad y de la experiencia de vida de cada quien, dedíquese a pasarla bomba mientras sigan eligiéndose... y siga viva, con tanto desgaste físico.